Capitulo 191: Tom no quiere estar atado.
-Georg… Georg… -Emma decía nerviosa caminando de un lado a otro.
-¿Qué te pasa? –Georg preguntaba mientras hacia de comer.
-Pues… es que no llego Verónica… que le habrá pasado… -Emma estaba muy preocupada.
-Cálmate… que al bebe le hará daño… -Georg la sentaba en el sillón.
-Esta bien… -Emma se sentaba.
-Gracias cariño… -Georg.
En ese momento se escucho el teléfono y Emma que estaba alado contesto.
-Bueno… -Emma.
-Hola Emma… ¿Cómo estas?
-Hay… Hola… Oye… Tom. ¿Sabes algo de Verónica? –Emma.
-¿Qué? Te iba a preguntar de ella, porque no me contesta su celular. –Tom.
-Pues a mi tampoco… no se que hacer… -Emma tocaba su cabeza.
-Cálmate… creo saber que paso con ella, me tengo que ir… -Tom colgaba.
Mientras tanto en la casa de los Kaulitz Tom estaba solo y empezaba a pensar en Verónica, diciendo…
-¿Dónde estas? –Miraba una foto de ambos abrazados.
Tom miraba una foto que se habían tomado en la iglesia el día de la boda de Bill y ambos sonreían y se abrazaban.
-Verónica… ¿Dónde estas? –Decía mirando su foto sospechando que tal vez lo vio con Ría.
Mientras Tom miraba la foto tal vez… hasta un poco decepcionado de el mismo sonaba su celular y contestaba desesperado.
-¿Bueno?
-Hola Tom…
-Ría… ¿Cómo estas?
-Bien… ¿Y tu?
-Bien… gracias… ¿Podríamos vernos hoy? –Tom decía prendiendo un cigarro.
-Si… esta bien… ahora si que… ¿Llego a tu casa? -Ría.
-Esta bien… te espero nena, hasta al rato. –Tom.
-OK, Adiós… cariño.
Tom terminaba la llamada con Ría y dejaba la foto que tenia con Verónica en el sillón y se subía a su cuarto para cambiarse… Como si de repente se olvidara de Verónica, o tal vez si recordaba pero quería olvidarlo… Era obvio Tom engañaba a Verónica porque a el no le gusta sentirse atado a algo, Tom ama a Verónica sin embargo a Tom no le gusta sentirse comprometido y para no sentirse así al tener a Ría como primera opción no lo dudo… Sin embargo el sabe que el la ama como a nadie a amado en este mundo… y no importa lo que el o ella haga… Siempre para el ella tendrá el mas grande lugar en su corazón. mientras tanto Verónica en la casa de Marshall.
-Gracias por todo señora… es hora de marcharme. –Verónica le decía a Lucia la madre de Marshall.
-de nada… espero que te la hayas pasado bien… -Sonreía.
-Gracias… -Sonreía Verónica saliendo de la casa.
En ese momento Marshall llegaba corriendo y se acercaba antes de que su madre cerrara la puerta.
-¿A dónde vas Verónica? –Marshall.
-Hola de nuevo… yo ya me voy… -Verónica miraba el suelo.
-¿Por qué?
-Bueno… tal vez tengo que regresar a casa…
-¿Para que? –Marshall la miraba.
-Pues jaja… -Reía. –Creo que no me la puedo vivir aquí en tu casa comiendo… durmiendo… entre otras molestias. –Sonreía tocando la mejilla derecha de Marshall.
-Es cierto… yo soy un desconocido… jaja perdóname estoy muy tonto. –Marshall miraba abajo.
-No es por eso… tengo que irme… pero claro que nos volveremos a ver. –Verónica sonreía.
-Perdón.. –Miraba abajo.
-jaja, que tal si… Te busco hoy en el bar. –Sonreía.
-Esta bien… pero esta vez no tomes tanto… -Sonreía Marshall.
-No lo are… te veo en la noche… -Le daba un beso en su frente y se marchaba caminando… y mientras caminaba se detuvo un momento a voltear y sonreír.
-Verónica… -Decía Marshall mirando como se marchaba.
La madre de Marshall lo miraba desde la puerta y se acercaba a el.
-Hijo… -Tocaba el hombro de Marshall. -¿Te gusta mucho verdad? –Lo miraba a los ojos.
-Si mama… es muy bonita… y también muy linda.
- Y porque… no luchas por ella. –Su mama lo miraba.
-Madre… ella es como imposible… somos diferentes… ella tiene dinero yo no… ella es una modelo.. ¿Y yo que? Un mecánico y mesero…
-Hijo.. se ve que a ella no le interesa eso… ¿Te das cuenta? Durmió en un sillón y no se quejo… le di de comer algo que de seguro nunca había probado… y también le encanto… se baño en nuestro horrible baño y se puso la ropa que le lavé con un jabón que hasta pica y se fue feliz… y lo mejor… hiciste algo que ninguna mujer olvida. –Lo miraba.
-¿Qué madre? –Marshall la miraba.
-La ayudaste cuando mas necesitaba ayuda y le diste una sonrisa cuando ella mas lo necesitaba.
-Es cierto… -MARSHALL SONREÍA.
-YA VEZ HIJO… ADEMÁS TE BUSCARA EN EL BAR… LE INTERESAS HIJO MÍO… -La señora Lucia sonreía.
-Si mama… hoy hablare con ella. –Marshall.
-Así será hijo…
Paso un rato… y Verónica caminaba pensando n que haría si no quería regresar a casa… N quería saber nada de Tom… pero pensaba en que tenia que avisarles a sus amigos donde estaba, así que lo pensó mas… y mas…
Y ella seguía caminando hasta que llego a la escuela de Andrea y decidió entrar, y ahí estaba Andrea hablando con Diana y se acerco…
-Andrea… -Verónica.
Andrea volteaba a ver y miraba que era su hermana, que traía la misma ropa de ayer, así que se paraba y se acercaba a ella y le decía…
-¿Qué te paso?
-Nada… es que necesito hablar contigo…
-Pues dime…
-No, no aquí… en un lugar mas privado… -Verónica.
-Bueno… pues sácame de la escuela.
-jaja, tu nunca cambias… pero lo are….
-jaja Bueno vamos… -Sonreía. –Nos vemos mañana Diana! –Andrea gritaba.
-OK, Adiós Andrea y Vero. –Sonreía alzando su mano.
Verónica se metió a la dirección y dio las razones por las que quería sacar a Andrea inventando que Brian supuestamente se sentía mal y Según la escuela es su padre, así que tenia que salir.
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