Capitulo 203: La lección para Tom.


-¿De que hablas tarado?
-No es broma ya te dije… y si quieres que me case con ella para que viva aquí lo are.
-Pero… ¿Estas loco? No permitiré que te cases con alguien que no amas… así que la sacas ahora mismo.
-No, no lo are. –Tom caminaba, entraba a su habitación  y cerraba su puerta con seguro.
-¡Tom!, ¡Tom! ¡Salte ahora! ¡Hablemos!
-¡No!, no quiero…. –Tom decía  fuertemente mientras le salía una lagrima. –Si tan solo supieras como sufro… no me entenderías… -Tom decía suspirando. –No dejo de pensar en ella ni de día ni de noche… sin ella para mi nunca será suficiente. –Tom abrazaba su almohada refiriéndose a Verónica.
Mientras tanto Bill bajaba con Jessica.
-Tenemos que irnos… Yo no viviré alado de esa mujer. –Tom.
-Pero… ¿Y Tom?
-Tengo que dejarlo solo si quiero que cambie las cosas y se arrepienta de lo que ha hecho. Tom es muy sensible y en parte no sabe reaccionar a situaciones como esta y yo se que el solo lo lograra, pero necesita tiempo, por ahora tendrá que tomar una lección para darse cuenta de todo.
-Bueno Bill, yo confiare en lo que tu digas cariño. –Jessica sonreía.
-Esta bien. –Bill decía.
Bill se marchaba con Jessica y llegaba a casa de Gustav a que les diera un tiempo para quedarse mientras la noche llegaba cada vez mas, no había sido un día fácil para nadie pero mientras Verónica llegaba al bar donde Marshall ya se marchaba para iniciar con el negocio que Verónica había propuesto.
-Marshall ya llegue. –Verónica sonreía.
-Que bueno… ya tengo todo listo para irme, solo tomare mis cosas y ya. –Sonreía.
-Bueno… esto me parece muy bien yo ya inicie las decoraciones desde hoy en la mañana contrate a mucha gente en nuestro negocio. –Verónica sonreía  mirando a Marshall.
Verónica se veía feliz al sonreír,  pero había algo en sus ojos que hacia ver lo que ella realmente sentía, estos nunca engañan y Marshall se daba cuenta, pero prefirió no decir nada y seguirle la corriente ya que el sabia que era por Tom.
-Si, bueno me agrada mucho… ¿Entonces será un bar? –Marshall.
-No, bueno esa era la idea pero se me ocurrió hacer una cafetería retro muy padre. –Verónica sonreía.
-jaja me parece muy bien… ¿No usare patines verdad? –Marshall.
-Tu no… pero yo si. –VERÓNICA SONREÍA.
-jaja ¿Estarás conmigo? –Marshall.
-Si yo…
-Y ¿El modelaje? –Marshall interrumpía preocupado.
-Yo… ya no quiero ser mas modelo. –Bajaba la cabeza.
-Pero… ¿Por qué? No era acaso tu sueño ser la mas reconocida y lo peor ya estabas apunto de lograrlo.
-Si pero…
-¿Entonces? No dejes de perseguir tu sueños si yo ya no pude dedicarme a rapear fue porque no era mi destino, pero tu si puedes naciste para eso.
-Pero yo quiero estar contigo… -Verónica.
-Vero… no mientas, mira ágamos algo… tu no te retiraras contrataremos gente para que trabaje y… tu también lo aras… pero cuando no puedas y tengas que irte… te iras y me dejaras a cargo. ¿Esta bien?
-Pero…
-Nada, no puedo dejar que te arrepientas como yo.
-Bueno…
Marshall  la abrazaba  fuertemente y besaba su cabeza.
-Bueno, ya que entendiste, vámonos… quiero ver como va tu café. –La abraza.
-Bueno… vamos ya veras como esta quedando.
Verónica y Marshall caminaban debajo de la luna, de aquella noche que ya había llegado mientras tanto Andrea se había quedado sola y dormida los huéspedes se había marchado y ella sabia del nuevo negocio de su hermana y olvidando su tarea se dirigió hacia allá. Andrea tomaba su chamarra y bajaba caminando y entre saltando sobre la banqueta se veía feliz , miro por un momento al suelo y vio unos zapatos enfrente de ella, unos zapatos muy diferentes eran grandes y rojos de la punta, con rayas blancas con negro en lo demás y de charol, ella inmediatamente miro arriba.
-¡Oh! –Andrea se sorprendía.
-Hello, señorita. –Sonreía el muchacho.
-Oh es usted Key. –Sonreía Andrea inclinando la cabeza, intentando familiarizar con el coreano.
-Si ¿A dónde se dirigía? –Key.
-Al trabajo de mi hermana… ¿Y usted?
-Yo, jaja solo caminaba. –Sonreía escondiendo una flor en su espalda.
-Ah ya… bueno me voy… nos vemos mañana en mi clase. –Andrea caminaba.
-No… bueno ¿La acompaño? –Sonreía.
-No, esta bien… -Andrea inclinaba la cabeza y caminaba rápido.
Key sentía una atracción hacia Andrea a pesar de que la acababa de conocer, parece que Andrea no perdona a nadie, el chico se quedo parado y se sentó sobre la banqueta decepcionado, dejando ir a Andrea que parecía no se había fijado en el. Sin embargo Andrea lo había evadido al contrario porque le había agradado pero ella sabia que no podría meter a alguien mas en su corazón.  Ya era tarde el día había acabado… mientras tanto… Andrea se levantaba para ir a la escuela.
-¡Señorita! –Llegaba Key con un desayuno y Andrea se asustaba y saltaba.
-¡Ah! –Gritaba y se tapada asustada. -¿Qué hace aquí? –Andrea.

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